Era hora de tomarse su medicamento, pero el sabía mas que bien como para hacerlo.
Hacía ya algunos años el doctor del hospital Sherwood habia revisado
el caso de William Cooper y determinado que el pobre hombre sufría de
esquizofrenia y que con el paso del tiempo esta terminaría robando
cualquier vestigio de sanidad que William poseyera.
William había llevado una vida plenamente normal y plácida. Tenia 45
años y estaba casado con la mujer que había robado su espíritu y corazón
desde hacia ya veinte años, veinte largos y felices años que dieron
lugar a un hijo y una bella familia. Pero todo eso quedo en el pasado en
cuestión de minutos.
Un sueño lo sacó de su cama. Cooper se levanto por un vaso de agua a
la cocina para calmar su sed y poder relajarse un rato y olvidar la
pesadilla que había tenido. El doctor le advirtió que debía tomar su
medicina cada 16 horas durante quien-sabe-cuanto tiempo para que el
proceso fuera como un paseo en el parque. Pero William era mas que eso,
el sabia de corazón que la medicina era específicamente creada para
controlarlo y hacer que muera mas rápido, sabia que si la tomaba, poco a
poco perdería sus fuerzas y cuando llegara el momento no seria capaz de
defenderse. Mientras llenaba su vaso con agua de su botella le pareció
escuchar murmullos provenientes de la sala. Lentamente puso su vaso en
la mesa y se escabulló hasta donde pudiera escuchar mejor la
conversación. Aunque no podía ver a nadie ahí, podía escucharlos.
-Es un gran peso para nosotros-
-Lo se, debemos deshacernos del el, nadie lo aguanta en esta casa ya…pero, como planeas hacerlo?-
¿Era acaso posible que su propia familia estuviera planeando
matarlo?¿Porque? Si bien el era alguien que necesitaba(según la
familia,el siempre se sentía capaz de hacer todo por el mismo) ayuda de
los demás y dependía de su esposa e hijo, no creía merecer morir y mucho
menos a manos de la familia que el adoraba. O tal vez ya no tanto.
-Aquí mismo, tal ves la semana que entra puesto aún no contamos con el dinero suficiente como para pagar el trabajo-
-Muy bien-
Así que esa era la forma en la que todo seria. Contratarán a alguien
para asesinarlo y salir con las manos limpias porque si el muere su
familia cobrará el seguro medico y el trabajo les pagará pensión. Oh si,
ellos planean vivir como reyes a costa de el mismo y eso es algo que no
planea permitir. Antes no le hubiera importado dar sustento a su
familia y ni siquiera que ellos gastaran su dinero, pero todo esto
cambia en el momento que uno es traicionado. Era guerra con lazos de
sangre.
Por el momento William actuaría como no saber nada. Tal ves el doctor pensaba que el era ‘‘esquizofetámo” o como le llamen a esa cosa, pero el no era un idiota, aun sabia actuar.
3 días después
Esa noche Cooper tuvo problemas para dormir, no podía encontrar una
posición cómoda para descansar un cuerpo golpeado duramente por la vida,
el trabajo y una condición degradante. Pero también ese era un gran día
para Cooper, hoy terminaría lo que su familia había empezado.
La noche anterior fue de tour por la ciudad donde adquirió un arma
pequeña de un hombre cual no sabia su nombre, simplemente lo contactó y
compró el producto. Al llegar a su casa un fuerte dolor de cabeza lo
atacó y empezó a verlos como lo mataban, tuvo una premonición y vio a su
hijo sosteniendo un cuchillo frente a el, vio como su esposa, con una
copa de brandi en la mano, lo observaba con una sonrisa dibujada de
oreja a oreja y urgiendo a su hijo que acabara pronto, el dinero no
podía esperar un segundo más.
Extraño es que cuando el dolor de cabeza y la premonición terminaron
William Cooper se encontraba en una cama de hospital con las manos
atadas a la cama y una sábana blanca gentilmente sobrepuesta. Trató de
gritar y de safarse pero fue inútil pues una enfermera entro a la
habitación y le inyectó un liquido espeso por la intravenosa. Antes de
regresar a la realidad dio un ultimo vistazo a la habitación del
hospital y en una esquina del cuarto estaba su esposa con una mirada
demacrada, cansada de tanto llorar y esperar. La falta de sueño la tenia
sufriendo y con un par de ojos rojos conecto con los de Cooper. ”La puta pensó que había muerto y seguro fue por el dinero. Triste esta de verme vivo”.
Cuando abrió los ojos eran las cinco de la mañana y estaba en su cama
usual de su casa, nada de hospitales ni enfermeras, tampoco de rameras
mentirosas. Ese sueño fue lo que necesitaba para tomar valor y matar a
los animales antes de que ellos lo mataran a el.Tomó su pistola y la
cargo con 5 balas,la metio bajo su camisa y bajo las escaleras donde su
esposa estaba preparando el desayuno en la cocina.”Seguro esta envenenado” pensó. Lizzie era su nombre. Era.
-Hola cariño, despiertas temprano para el desayuno, ¿como te sientes hoy, tomaste tu medicamento?
-Si, si.. justo antes de venir hacia acá abajo- Es seguro que
extrañaria a esta mujer que lo acompaño durante tantos años, la mujer de
la cual estaba profundamente enamorado, pero asi es como las cosas
debian ser.- Cariño..hay algo que tengo que decirte antes de desayunar-
Lizzie se quito su delantal y lo colocó sobre la mesa, doblado a un
lado del pan tostado que había preparado, y con una sonrisa respondió:
-¿Que sucede?-
-Dime, ¿Que pensabas hacer con mi seguro médico?-
-¿Que? ¿De que est- Antes de que Lizzie terminara de hablar, William
sacó el revolver de su camisa y la apunto contra la cabeza de su mujer.
Pero el arma era demasiado pesada y el primer disparo que sonó acertó
en el vientre de su esposa. Un sonido hueco y a la vez como si un trapo
grande y mojado golpeara el suelo resonó en la casa, la sangre que
escurría de su estomago venia acompañada de un liquido transparente que
salia del gran agujero que la bala perforó. Los pasos de las escaleras
venían acompañados de un grito de terror del hijo de Cooper, Johnny.
William, con lagrimas saliendo de sus ojos mientras veía el
espectáculo que el mismo había empezado, se arrodillo en frente de su
esposa y llorando le suplico perdón, pero tenia que hacerlo.
-T-tu misma te provocaste esto…tu eres la que d-debió haberme matado
antes- Cooper se ahogaba de memorias y lagrimas mientras el nudo en su
garganta se tensaba y la pistola empezaba a pesarle más y más. -Tu
m-misma provocaste tu muerte y la de nuestro hijo-
Se puso de pie y apretó el gatillo que esta vez se sentía más ligero, mas inexistente. El
ruido que la bala provocó al penetrar el cráneo de Lizzie hizo que
Cooper cayera al suelo tapándose los oídos sin ser capaz de bloquear el
dolor, la agonía que sentía y que cada vez lo paralizaba mas y mas.
Escuchaba voces lejanas hablando un idioma que el no entendía pero a
medida que escuchaba con atención reconoció voces y poco a poco vio sus
caras. ”¿Esta bien?”, ”¿Cuando cree que sea posible verlo?”, ”Pronto…estarás con nosotros”.
William abrió los ojos cuales sentía pesados y con un lento
movimiento trató de levantar su arma, pero esta era mas pesada de lo que
había sido antes. Se puso de pie mientras todo a su alrededor daba
vueltas y parecía que el techo se caería encima de el, levanto el arma y
disparo a su hijo que estaba en shock al pie de las escaleras. El
primer disparo lo impactó en el brazo izquierdo y el chico emitió un
grito de dolor profundo, Cooper sentía que se desmayaba, sentía que en
cualquier momento golpearía el suelo y no se despertaría más. Cada que
pestañeaba veía ese cuarto del hospital de sus sueños. Tan limpio y
cuidado. Tan surreal que desearía poder estar ahí y acabar con esto de
una vez.
El segundó disparo golpeo al adolescente en el pecho y lo único que
se escucho después fue como su cuerpo azotó enfrente de el y vio la
sangre fluir por la alfombra que recién había sido colocada el mes
pasado.
Con lo último de su consciencia levanto un arma que nunca estuvo ahí,
y presionó un gatillo que nunca existió, solo para ver como su mente
enferma le jugó una gran broma.
William Cooper, de 47 años de edad despertó del estado de coma que le
provocó un gran golpe en la cabeza hacia ya 2 años, después de alucinar
una conspiración de asesinato producto de su esquizofrenia. Cooper no
tomó nunca su medicamento y la enfermedad solo empeoró hasta el punto
que se convenció así mismo que su familia planeaba matarlo. Al llegar de
comprar un arma ilegal tropezo con los escalones de la puerta
principal, sufriendo un golpe en la cabeza que termino siendo la cereza
del pastel.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Una pistola sin balas
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