Llegado el fin de año es común
reflexionar sobre los logros de los doce meses pasados y pensar en qué
queremos hacer que no hayamos hecho ya. Es el tiempo de la esperanza de
que el 2014 será mejor que el año pasado; tenemos la certeza de que este
será un periodo lleno de oportunidades y sorpresas positivas y
comenzamos a pensar en nuestros propósitos de Año Nuevo. Sin embargo
¿cómo cumplir estos propósitos?
Muchas veces nos sucede que tenemos toda
la intención de comenzar a comer saludablemente, hacer ejercicio o
aprender alguna nueva habilidad, pero no sabemos cómo pasar del dicho al
hecho. Por esa razón te transmitimos algunos consejos que pueden
ayudarte a cumplir tus propósitos de Año Nuevo sin que sufras en el
proceso:
Haz tu lista. Lo primero
que debes hacer es pensar qué es lo que quieres lograr. No importa si
parece demasiado tonto o insignificante; ninguna meta lo es puesto que
cada persona es diferente al igual que sus necesidades. Te recomendamos
que comiences poco a poco; puedes establecer 3 metas y luego agregar una
cuarta o quinta cuando te hayas acostumbrado a una rutina y te apegues a
ella. 
Planea. Piensa en lo que
quieres hacer y luego en qué puedes hacer para lograrlo. Reflexiona y
traza un plan de acción, uno que sea sencillo pero efectivo; así
cumplirás tu meta por pasos determinados que te harán más fácil el
resultado.
Establece un horario, métodos, lugares,
todo lo necesario, esto te facilitará las cosas y eventualmente,
conformará tu rutina. Igualmente, planea cómo estas nuevas actividades
se acoplarán a tu vida diaria, de tal forma que tu rutina no sufra un
cambio drástico que te sea difícil sobrellevar.
Hazlo posible. Debemos
ser realistas, no es que no tengamos la capacidad de hacerlo, pero es
común que las cosas más complicadas nos resulten más difícil de abordar.
Al cumplir un propósito, nuestra voluntad y esfuerzo se ponen a prueba,
por lo que una prueba muy grande y tan repentinamente puede no ser lo
ideal. Lo mejor es tomar esas metas difíciles de abordar y dividirlas o
simplificarlas.
Empezar con cosas simples pero que
eventualmente nos llevarán a una meta establecida a largo plazo es la
mejor opción, por ejemplo, para bajar de peso puedes, en lugar de hacer
severas dietas podemos empezar por comer menos azúcares, reducir nuestra
ingesta de pan, cambiar un alimento por otro más saludable, poco a
poco. De este modo no tendrás que romper una dieta muy severa, sino que
poco a poco te irás acostumbrando a medir tus porciones. Lo mismo con el
estudio, la lectura y prácticamente, cualquier otra meta; poco a poco
lograrás leer varios libros, estudiar para varias clases, etc. 
Escoge prioridades. Tal
vez tengamos una lista de todas las cosas que quisiéramos hacer antes de
cinco años o más, pero un año es poco tiempo para cumplirlas todas.
Puedes escoger las tres o cuatro metas más importantes y seguir desde
ahí.
Algo es mejor que nada.
Un método muy bueno para lograr cualquier cosa es hacerla, aunque sea
por unos minutos. Parece redundante y confuso, pero funciona. A lo que
nos referimos es al hecho de que poco a poco se logra hacer algo; ya sea
que quieras hacer ejercicio o limpiar tu casa, es mejor que hagas 20
minutos diarios de caminata o utilices 20 minutos de tu día para hacer
una labor en tu hogar (como lavar platos, ropa, limpiar una habitación),
que no hacer nada porque 20 minutos parecen poco para terminar todo.
Poco a poco te irás acostumbrando a esta
rutina y podrás aumentarla y modificarla conforme a lo que necesites.
Cuando te des cuenta, estarás ejercitándote diariamente o ya no tendrás
que preocuparte por el desorden de tus cosas. 
Si puedes, consigue ayuda.
Puede ser que tú solo hagas mejor las cosas, pero cuando se trata de
una meta en común, un grupo nos sirve para recibir apoyo y motivación en
esos momentos en los que nuestra voluntad flaquea o nuestra rutina es
afectada.
No es una estrategia universal pero
algunas personas encuentran mayor motivación en otras personas que
pueden identificarse con ellos. Intenta compartir tus propósitos de Año
Nuevo con otras personas este 2014 y comprueba si esta técnica te
funciona a ti también.
Despliégalo. Igual que
la anterior, esta estrategia puede no ser para todos pero ha probado ser
muy efectiva para otros. Recuérdate cada día de tus propósitos,
anótalos en una agenda, diario, en tus redes sociales, o haz un gran
calendario que esté a la vista cuando te levantes por la mañana; incluso
puedes hacer varios calendarios para colocarlos en los diferentes
espacios en los que te desenvuelvas, así estarán siempre a la mano.
No te desanimes, ve poco a poco, cree en
ti mismo y cada que quieras “soltar la toalla” tomo unos segundos para
visualizar tu meta y más importante, visualizarte a ti cumpliéndola, así
te animarás a esforzarte por continuar con tus objetivos y obtener
resultados. El simple hecho de tener una meta ya es un gran paso, aunque
no lo creas.
Recuerda, no dejes que tus objetivos se
queden sin cumplir y esfuérzate por conseguirlos; verás que cada vez
será más fácil y las recompensas serán grandes en cualquier aspecto de
tu vida. Recuerda que tú puedes moldear tu propia voluntad.
Comienza inmediatamente.
No hay mejor momento para hacer las cosas que el presente. No importa
que sea lunes, mitad de semana o domingo, debes comenzar cuanto antes
con tu nueva rutina.
Programa tiempo de descanso. Las
rutinas son excelentes para cumplir metas, sin embargo, no tienes que
romperlas cuando necesites un tiempo fuera para descansar y relajarte,
te enfermes o cualquier circunstancia te impida continuar con tus
actividades.
Puedes programar tiempo de descanso en tu
rutina. Por ejemplo, si tienes un calendario mensual, puedes programar
los fines de semana de forma diferente, o en un calendario anual
programar una semana de vacaciones; así no tendrás que romper tu “racha”
ni sentirte mal por ello después.
¿Ya tienes tu lista de propósitos de año
nuevo? ¡Perfecto!, ahora, ¡a cumplirlos! Nos vemos en el 2014, que
seguramente será un año mejor para ti, en donde lograrás aún más de lo
que hiciste el año pasado ¡Mucho éxito!
0 comentarios:
Publicar un comentario