Clementine fue uno de los recursos más importantes a la hora de convertir The Walking Dead en la montaña rusa de emotions que es. Más allá de ser sólo una niña que cuidar, era una esperanza de un futuro mejor y un símbolo del impacto que causaban nuestras acciones
en los demás. Las últimas palabras de Lee hacia Clementine tienen un
peso muy especial, porque no son sólo una despedida sino una última
lección: “mantén tu pelo corto”, “aléjate de las ciudades”… ‘Clementine
lo recordará’, dice el juego, y nosotros lo sabemos. Este es un momento
muy importante: vamos a definir el futuro de esta niña. Escoger estas palabras es nuestro último favor, y a partir de ahí la vemos abandonar el nido.
Los que hayan jugado a Bioshock 2 recordarán que esta
estructura repite a un nivel más profundo la relación entre Eleanor Lamb
y Delta, quien la educa a través de sus acciones para ver finalmente
cómo su hija decide reaccionar ante el mundo. Ver los resultados de nuestras acciones es algo muy importante: no se puede cortar al jugador y decirle que lo que ha hecho no tiene ninguna importancia.
El papel protagonista de Clementine lo hace de forma tajante.
Durante mi análisis de Beyond: Dos Almas acuñé, en un ataque de soberbia, la “paradoja del titiritero”: una situación en la que el jugador y el avatar no tienen una relación de correspondencia directa.
Telltale nos ha educado para ver a Clementine como un personaje
independiente: nos hemos preocupado por ella, la hemos protegido y, más
importante aún, la hemos educado. Al tomar su control, muchas de esas enseñanzas y todo este esfuerzo se van al carajo.
Somos Clementine. Cuando ella se enfrente a un dilema, seremos
nosotros quienes la digamos cómo proceder. Todos los esfuerzos de Lee se
disuelven porque ahora él, nosotros, la poseemos. La
segunda temporada debería mostrarnos las consecuencias de nuestras
acciones desde la perspectiva de un tercero. Cuando Clementine sostiene
una foto de Lee sobre una hoguera, una opción nos invita a quemarla ¿realmente lo haría ella?
¿Hasta qué punto estamos alterando su personalidad? ¿Qué valor tiene
realmente este objeto para la chica? Clementine sigue conservando rasgos
de personalidad, pero dentro de un amplio margen decidimos el rumbo que
tomará ante una bifurcación. No estoy seguro de que esto deba ser así. Clementine es nuestra niña, pero no deberíamos ser unos padres sobreprotectores. All that Remains, y probablemente toda la segunda temporada de The Walking Dead
se centrará en mostrar su proceso de madurez y en qué clase de persona
se ha convertido, no sólo qué actitud ha tomado frente a la vida.
Pero ese es un misterio cuya respuesta nunca sabré al completo. Porque ahora yo soy Clementine.
lunes, 23 de diciembre de 2013
Clementine, la deuteragonista
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario