Introducción
Arruinar una fiesta navideña no solo te
hará pasar un mal momento sino que es muy probable que pierdas la
simpatía de una parte de tu familia. Las reuniones de este tipo
congregan a personas que durante el año no tienen tiempo de verse. Reina
el buen humor, la alegría y las risas. En el mejor de los casos, un
traspié podrá quedar como una anécdota divertida, pero también te puede
llevar al exilio navideño y perder la invitación del próximo año. Por
las dudas, compilamos diez situaciones que debes intentar evitar este fin de año.
Emborracharte
Sin lugar a dudas, lo primero que debes
evitar estas fiestas es el exceso de alcohol. Los efectos de las bebidas
espirituosas pueden ir desde los más inofensivos, como la risa y la
afectuosidad, hasta los más peligrosos por sus consecuencias. Un ataque
de furia, una revelación innecesaria en la mesa familiar pueden terminar
en una gran discusión y la posibilidad de que debas buscar nueva
compañía para futuras fiestas navideñas. Si piensas celebrar la Navidad
con familia política y eres propenso a las borracheras, solo bebe agua o
correrás el riesgo de quedarte también sin pareja.
Presentar pareja
La presentación en sociedad de tu nueva
pareja suele ser un momento de nervios y tensión para todos los
involucrados. Invitar a un desconocido a la mesa navideña puede causar
un poco de incomodidad entre el resto de los invitados. Alguien puede
cometer el desliz de llamarlo o llamarla por el nombre de tu expareja,
convirtiendo el momento en un desagradable infortunio o en una anécdota.
Además, las cantidades de alcohol que circulan durante las fiestas
pueden dar lugar a viejas historias de tu niñez y adolescencia que mejor
mantener alejadas de los nuevos amores.
Pedir dinero prestado
Con la llegada de fin de año y las
próximas vacaciones pisando tus talones puede que te encuentres en un
dilema financiero. Y si bien el clima festivo y las copas de más de tus
familiares los hacen más propensos a aceptar prestarte dinero, es
preferible aguardar unos días para solicitar
un préstamo. Estará quien se ofenda porque no lo llamas en todo el año,
pero te atreves a pedirle dinero en Navidad. Pero también habrá quien,
quizás pasado de copas, te prometa sacarte de apuros financieros.
¡Cuidado!, quizás sea el alcohol quien esté haciéndote promesas.
Criticar la comida
La Navidad es época de reencuentro con los afectos; de dar y recibir. Se comparte un momento especial con la familia
o amigos, donde cada uno aporta para hacer la velada lo más placentera
posible. Pero de repente, la ensalada que sirven en la mesa te parece
que está mal condimentada, que la mayonesa está vencida o no te gustan
las arvejas. Una corriente de espontaneidad se apodera de ti y lanzas al
aire: "¡Esto sabe horrible!". "Lo preparé yo", aclara una tía sentada
del otro lado de la mesa. Un silencio incómodo se apodera de los
presentes. Ensayas una explicación, intentas decir que no quisiste decir
lo que dijiste, pero ya es demasiado tarde.
Criticar la Navidad
En un clima de festejos e intercambio de
regalos, nadie quiere la presencia de un agitador sobre el costado
comercial de las fiestas de fin de año. Las personas prefieren quedarse
con el lado sensible de la Navidad y omitir todas las referencias
negativas. Si de verdad crees que las celebraciones son cuestiones
meramente comerciales, donde las empresas intentan vender lo más que
pueden creando necesidades innecesarias, entonces mejor discúlpate con
tu familia, quédate en tu casa y disfruta de una película.
Dieta
Diciembre no es una buena época para comenzar a cuidar tu peso. Las reuniones de fin de año
con amigos, los continuos brindis y las comidas navideñas atentan
contra cualquier buena voluntad. Si llegas a la mesa familiar con
actitud de docente contando las calorías de lo que cada uno ingiere,
poniendo incómodo al anfitrión porque nada de lo que se sirve se ajusta a
tu plan alimenticio, mejor guárdate tus comentarios. Se trata de un
momento de diversión, sin preocupaciones... ¡mucho menos aquellas
vinculadas a la grasa corporal!
Anunciar tu divorcio
Sin dudas cuando te presentes en la mesa
familiar sin tu pareja se encenderán las alarmas entre tus familiares.
Mejor que hayas preparado una excusa muy creíble o tendrás que blanquear
en la víspera de la Navidad que te has separado. Por supuesto, nadie
quiere hablar de cambios en un momento tan mágico como las celebraciones
de fin de año. Habrá algún familiar conservador que se horrorice por tu
decisión y otro que te reproche haber arruinado los festejos.
Cualquiera sea la consecuencia, mejor esperar al día siguiente para los
grandes anuncios.
El celular
El celular, extensión de la vida, casi
como un oxígeno que nos mantiene vivos y cuando no está desesperamos. No
solo será molesto el constante ruido de los mensajes que llegan a tu
aparato mientras el resto mantiene conversaciones cara a cara en la mesa
familiar, sino que también fastidiará tu no-presencia allí. Es muy
probable que alguna tía te reproche que no la visitas y, cuando te ve
para las fiestas, te la pasas hablando por celular. Desde aquí no te
pedimos que te deshagas del teléfono durante toda la velada, pero por lo
menos inténtalo durante la comida.
Adiós pirotecnia
Evita, de cualquier manera, una tragedia
en la comida navideña. Lo ideal sería que no utilices pirotecnia dada su
peligrosidad, pero si igual quieres entretenerte un rato con fuegos
artificiales, aléjate de las personas y, especialmente, del material
inflamable. Los centros de mesas y los manteles son rápidos conductores
del fuego a la menor chispa. Si no quieres tener a los bomberos como
invitados sorpresa en esta Navidad, mejor disfruta de la pirotecnia que
arrojen los vecinos.
Sin regalos
Dar y recibir, celebrar y reencontrarse. De todo eso se tratan las fiestas de fin de año.
Agasajar a los familiares con algún regalo especial es una tradición
que pocas veces se puede pasar por alto. Tu familia comprenderá si estás
en apuros económicos y no puedes hacer grandes regalos, pero la
intención es lo que cuenta. Lo que de ninguna manera te disculparán es
tu olvido o desinterés, especialmente quienes sí te llevaron un regalo.
RECUERDALO¡¡¡
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